Génesis 28:20-22 es un pasaje que nos presenta un momento crucial en la vida de Jacob, un patriarca del pueblo de Israel. En este pasaje, Jacob hace un voto a Dios mientras está en Betel, después de haber tenido un sueño revelador en el que veía una escalera que tocaba el cielo con ángeles subiendo y bajando por ella. En este sueño, Dios le reafirma las promesas hechas a Abraham y a Isaac, su padre y abuelo, respectivamente. Despertando de este sueño, Jacob establece un pacto con Dios, marcando un antes y un después en su caminar. El voto de Jacob, como se registra en estos versículos, es notable por su naturaleza condicional: si Dios está con él, lo protege en su viaje, le da pan para comer y ropa para vestir, y si regresa sano y salvo a la casa de su padre, entonces el Señor será su Dios...